Hace tiempo que los gusanos dejaron de habitar el nicho natural del recuerdo de aquel nombre, que emana de las bocas de este velatorio que celebra, de nuevo, la resurrección de este corazón mordisqueado. Duermen en este frigorífico, asediado por las manzanas mordidas del pecado, subestimando los huesos que han vuelto, por fin, a…… Sigue leyendo Resurrección – Cynthia Veneno
Se me ven los conflictos desde lejos. Soy guerra abierta a merced de nuevos tratados. De falsos aliados Desde que no estás ordeno tu nombre antes de maldecir cuidadosamente el espacio que no ocupas. Que no descanso en tu pecho pero río salvaje, hasta sentir tu carcajada sobre la sombra de tus pestañas, donde se…… Sigue leyendo Catarata. Alejandra Torrero.
I. Redoble Estoy cansada de rociarme de flores secas que no tapan la verguenza, de todo lo que no nace pero yace de mi y no se recolocar, reordenar, reestructurar. II. Acciones Cogió fuerzas en la quiebra total. Mi huida fue razón de peso, razón de todo para cambiar todo. Pero mi presencia no fue…… Sigue leyendo Cuarto Menguante. Alejandra Torrero.
En ti vengo a morir. Tierra llana y amarilla, enraizados en ella mis sentidos. Hubo una vez un poeta, y dijo: «No hay más campos amarillos, Y ya no estará nunca más Esta muerte en mis tobillos». Con romero y azahar se va barnizando el día. Sigue estancada en el aire la esencia de una…… Sigue leyendo En ti vengo a morir – Inés Serrano
Por qué será que las partículas lunares que hay dentro de mí una vez al mes se paran en cierto punto de mi útero y me susurran tu nombre; con voz suave con la misma voz que me inventé para poder dormir aquellas noches; en voz baja que puedo dejar de escuchar consciente o inconscientemente…… Sigue leyendo Reloj de sangre. Lucitacinda
Traducir el silencio: Paracaidismo forzoso para el cobarde. Regar los cactus arrancando sus espinas: Homicidio involuntario para el ingenuo. Eludir el dolor: Tirita sin caries para la pena.
A veces vuelve el olor putrefacto del cadáver que dejaste. Como un enjambre de avispas en mitad de un lago, -40° grados a la sombra de tu destierro-. La cal se apodera de todas las fracturas, de los cristales rotos tras el portazo de tus huellas, pilotando esta neurosis tétrica a la que ya no…… Sigue leyendo Autopsia de un girasol – Cynthia Veneno
Caen los telones. Cae el ritmo de la noche y sus pasiones. Caen las aceras, caen los coches. En un rincón mugriento hay charchos, se mezclan la huída y el dinero, y parecen de mentira estos regueros de sangre que alimentan el aire. Suenan los mil zapatos que han pasado esta mañana por…… Sigue leyendo Ciudad ardiendo. Inés Serrano
Hoy te he visto erguirte de una forma inconcebible ante mis ojos. Hemos hecho como si no nos conociéramos como si nada. Al fin y al cabo qué son dos vidas atravesadas por una misma experiencia. Las miradas se rehúyen saben que de cruzarse habrán de dar comienzo al protocolo de palabras hendidas por…… Sigue leyendo , María del Campo
Entonces supe que el dolor hacia tiempo que se había despedido de mi y eran mis manos y la tinta quienes no podían decir adiós aferradas a la única identidad que habían conocido: el miedo. Me hubiera gustado llegar a ti con las heridas cerradas. Saltarnos el protocolo, el escenario Y follar directamente en el…… Sigue leyendo Irreverente, Alejandra Torrero.
Herederas de Salem 